Thursday, October 07, 2004

Esperanto - recuerdos de Moscú

Las dos primeras palabras que logré entender cuando llegué a Moskú fueron da y niet, sí y no. Eso fue fácil, o lo parecía en un principio inocente. Pasaron los días y quedé aturdido al darme cuenta que en realidad niet se usa a veces para decir sí y a veces para decir no y, por supuesto, lo mismo ocurre con da.
En los ratos de sobriedad intentaba comprender cual era el secreto, ¿cómo hacen lo rusos para saber interpretar los niet y los da? ¿Acaso no reina la equivocación con un lenguaje con diferencias tan sutiles? Presté la mayor de las atenciones a cada conversación de cada bar, y no hubo forma de distinguir un niet negativo de un niet afirmativo. Pero nunca se desencadenó una disputa ni un malentendido, existía un profundo entendimiento entre los interlocutores.

Por supuesto mis intereses estaban más cerca del vodka que de la filología rusa y olvidé el asunto por un tiempo. Fue justo esa actitud la me develó el secreto. Un día, ebrio, tuve un diálogo largo y tendido con un checo que no conocía ninguna palabra castellana, y vi la luz: los rusos no tienen la necesidad de distinguir entre un sí y un no porque están borrachos todo el tiempo. El vodka es el lenguaje de los rusos y de la humanidad.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

este es grande

October 20, 2004 at 6:31 AM  

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